Biológicamente se conoce como próstata y es una zona llena de excitación y placer; aquí los pasos a seguir para que lo explores, conozcas y disfrutes con tu pareja | |
Al respecto, el sexólogo César Pérez explica: "El punto P es lo que biológicamente se conoce como próstata, que es una glándula del tamaño de una avellana o castaña con terminaciones nerviosas, la cual produce el líquido seminal que protege y nutre a los espermatozoides contenidos en el semen. Se encuentra abajo de la vejiga, en el cuello de ésta y rodea a la uretra."
Lo importante y que causa temor a muchos hombres es la forma de acceder a ese punto lleno de excitación y placer, ya que está en la parte interna de los órganos sexuales pélvicos, debajo de la vejiga y junto al recto. "Sólo se puede palpar haciendo tacto ano-rectal. Es decir, introduciendo un dedo por el ano", explica César Pérez.
Esta mítica zona comparte con el G femenino el hecho de ser áreas sensibles que, al ser estimuladas, produce una sensación de placer combinada con orgasmo. Al estimular el punto P se puede, incluso, sentir como cuando se tiene ganas de orinar, pues la vejiga se encuentra cerca.
El experto indica que sí está comprobado que el punto P es causante de una mayor excitación, orgasmos más intensos y una eyaculación más potente.
El ruido que causa la sola posibilidad de investigar u oscultar esa parte donde se encuentra el punto P es grande. "Hay que saber romper muchos miedos y mitos, pues tocar el ano no es una práctica frecuente entre hombres heterosexuales.
"Uno de los principales mitos, que además tiene que ver con la parte social, es que si un hombre permite ser tocado, o más aún, si se deja introducir "algo" que le causará placer, tiene el riesgo de convertirse en homosexual, lo cual es falso, porque en una relación entre hombres existe un vínculo erótico y afectivo", afirma César Pérez.
Si me animo, ¿cómo le hago?
Es importante tomar en cuenta la higiene, para ello es básico lavar bien la zona del ano antes de empezar. Se puede usar una pera de goma con la que se inyecte agua en el recto para lavar las paredes internas.
La persona que introducirá el o los dos dedos, que en el caso de parejas heterosexuales es la mujer, deberá tener las manos limpias y las uñas perfectamente cortadas para no lastimar el ano o el esfínter; también, puede usar guantes de látex y/o un condón en el dedo. Esto evitará ensuciarse y protegerá a ambos de cualquier contagio de Infecciones de Transmisión Sexual.
"Es necesario usar un lubricante con base en agua para no dañar el látex, además de lubricar abundantemente el ano de la pareja receptiva. Se sugiere para una primera vez, confiar y acordar con la pareja hasta dónde se quiere llegar, así como tener una posición cómoda para la persona que recibirá la penetración.
Se recomienda estar acostado boca arriba completamente relajado y respirando lentamente. Esta posición favorece a que todo el peso esté en la espalda y no en las piernas, muslos, nalgas y ano.
Para preparar el ano se proponen las siguientes acciones: apretar y aflojarlo. Insertar, regularmente, el dedo ya sea en la ducha, durante el baño o previo a las practicas sexuales aumentará el riego sanguíneo en la próstata y su sensibilidad.
Asimismo, "es importante hacer masajes circulares alrededor de él, con el fin de lograr una buena relajación e ir acostumbrando la zona a la presencia del cuerpo extraño. También se recomiendo introducir el dedo meñique, poco a poco y lentamente para estimular el esfínter y después cambiarlo por el dedo anular o índice; y por último, el dedo medio, o éste último junto con uno de los anteriores, haciendo una leve presión sobre la pared, curvando el dedo hacia el interior hasta llegar a sentir la próstata" explica César Pérez.
Ya con la práctica y el tiempo se puede probar la penetración con más de un dedo o incluso hacer uso de juguetes sexuales: dildos, vibradores; los hay de diferentes tamaños y texturas.
Un tip que es infalible y que recomienda el sexólogo, es empezar por excitar el pene, ya sea masturbándolo o haciéndole sexo oral y después con esta fase superada, sin dejar de hacerlo con la otra mano, empezar el protocolo del estímulo rectal como se describía antes, hasta llegar al orgasmo o a una eyaculación.
Cabe destacar que las estimulaciones anales, ya sea con dedos, juguetes sexuales o sexo anal mal hecho, es decir, sin higiene, uñas recortadas, sin uso de lubricante o estimulación pre-penetración o penetración forzosa o excesiva puede producir hemorroides, fisuras anales, prolapso rectal, trauma ano-rectal y otros problemas similares. Es importante no forzar a la pareja pasiva de ninguna manera.
De acuerdo con el sexólogo, la práctica no es sólo de homosexuales, por lo que entre parejas heterosexuales puede disfrutarse. "Lo que importa es que no se caiga en estereotipos, porque tanto hay homosexuales masculinos que gustan de ello, como afeminados que no", aclara el especialista.
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